Un anillo metálico de aproximadamente 500 kilogramos y dos metros de diámetro cayó en la aldea de Mkuku, en el condado de Makueni, Kenia, el 31 de diciembre de 2024. La Agencia Espacial de Kenia (KSA) confirmó que se trata de un fragmento de basura espacial de origen aún indeterminado, diseñado posiblemente para desintegrarse al reingresar a la atmósfera terrestre.

La KSA aseguró que el objeto no representa una amenaza inmediata para la población y agradeció a los residentes locales por su rápida acción al reportar el incidente. Además, Arabia Saudita ha enviado expertos para colaborar en la investigación del caso.

En cuanto a los rumores sobre su procedencia, la KSA desmintió una posible conexión con el Experimento de Acoplamiento Espacial de la India (Spadex), aclarando que no se ha determinado el origen del objeto y recomendó cautela respecto a informaciones no verificadas.