En Grecia, cerca de Samikon, arqueólogos han desenterrado un majestuoso templo dedicado a Poseidón, de 2.500 años de antigüedad. Este santuario, con un diseño arquitectónico singular y dimensiones de 28 por 9.5 metros, rompe con las convenciones tradicionales de los templos griegos al contar con dos cámaras principales.  

El hallazgo incluye un perirrhanterion (vasija de mármol usada en rituales), fragmentos cerámicos, y una enigmática inscripción en bronce que podría arrojar nueva luz sobre la historia y uso del santuario. Situado estratégicamente en la costa, el templo no solo era un centro religioso, sino también un punto de unión para las ciudades tripilianas, reforzando lazos políticos y sociales en la región.  

El santuario destaca por su integración en el entorno natural y su conexión simbólica con el mar, siendo protegido por murallas dobles contra inundaciones. Este descubrimiento ofrece nuevas perspectivas sobre la interacción entre arquitectura, religión y comunidad en la antigua Grecia.