Un equipo de investigadores, utilizando tecnología de sonar de última generación, localizó los restos del submarino británico HMS Trooper, desaparecido en 1943 con 64 tripulantes a bordo durante la Segunda Guerra Mundial. El submarino fue hallado a 250 metros de profundidad cerca de la isla de Donoussa, en el mar de Ícaro. La embarcación estaba dividida en tres partes, lo que indica un hundimiento violento, probablemente causado por una mina submarina alemana.

El HMS Trooper se encontraba en una misión crucial cuando desapareció, patrullando las islas del Dodecaneso, una zona estratégica en el mar Egeo. Tras décadas de teorías y búsquedas infructuosas, el hallazgo final cierra un capítulo de incertidumbre, ofreciendo respuestas a los descendientes de los tripulantes. La operación se vio dificultada por las condiciones extremas del mar de Ícaro, con fuertes corrientes y vientos.

Este descubrimiento no solo resuelve un misterio de guerra, sino que también honra la memoria de los marineros que nunca regresaron.