El Castillo de Neuschwanstein, la icónica fortaleza que inspiró a Walt Disney, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO este sábado 12 de julio de 2025. Junto a este, se suman a la selecta lista los palacios reales de Linderhof y Herrenchiemsee, así como la casa real del monte Schachen, todas «los sueños construidos» de Luis II de Baviera entre 1864 y 1886.
El comité de la UNESCO, reunido en París, destacó que estas construcciones, ubicadas en el estado alemán de Baviera, representan el «espíritu romántico y ecléctico» de la segunda mitad del siglo XIX, mezclando influencias de castillos medievales, el Palacio de Versalles, cuentos de hadas alemanes y óperas de Wagner. Neuschwanstein, el más famoso, atrae a casi un millón y medio de turistas anualmente.
Maria Böhmer, presidenta de la comisión alemana de la UNESCO, calificó la inclusión como un «homenaje excepcional a estos impresionantes lugares» y «obras maestras de la arquitectura». Si bien la designación no conlleva financiamiento, sí impulsa el reconocimiento internacional y el turismo, además de obligar a Alemania a preservar y proteger los sitios. El primer ministro de Baviera, Markus Söder, celebró la noticia como un «cuento de hadas» hecho realidad, honrando la historia, cultura y arquitectura bávara.