Durante la ampliación de la carretera Pachuca-Huejutla, en Hidalgo, se descubrió un basamento piramidal en el municipio de San Agustín Metzquititlán, relacionado con el señorío metzca que habitó la región entre los periodos Epiclásico (650-950 d.C.) y Posclásico Tardío (1350-1519 d.C.). El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) documentó exhaustivamente el sitio y decidió reenterrarlo para su conservación.
El hallazgo forma parte de un asentamiento prehispánico cercano al pueblo de San Miguel Metzquititlán, compuesto por cinco sectores y al menos diez montículos arqueológicos. Para preservar el lugar, se construyó un muro de mampostería y se protegió la estructura con geotextil antes de ser cubierta nuevamente. Además, se tomaron 155 muestras de materiales cerámicos y orgánicos, que serán analizadas para profundizar en la historia de la región.
Este descubrimiento es un aporte clave para entender la ocupación humana en la Sierra Alta de Hidalgo y su conexión con el señorío multiétnico metzca, que dejó una huella cultural visible hasta el siglo XVI, cuando llegaron los agustinos a la zona.