Arqueólogos en Heerlen, Países Bajos, descubrieron una tumba romana del siglo I d.C., identificando por primera vez en el país a un soldado romano llamado Flaccus. El hallazgo tuvo lugar en la plaza Raadhuisplein, una zona que en tiempos del Imperio romano era conocida como Coriovallum, un asentamiento clave en las rutas comerciales Via Belgica y Via Traiana.

La tumba incluye un cuenco de cerámica con la inscripción “FLAC”, confirmando la identidad del soldado, y varios artefactos que revelan su estatus social:

  • Cerámica de terra sigillata, asociada a bienes de lujo.
  • Raspador de bronce para higiene personal, típico entre soldados.
  • Brazalete celta, testimonio de intercambios culturales en la región.

Este descubrimiento es único porque las tumbas romanas con inscripciones personales son extremadamente raras, lo que refuerza la importancia de Coriovallum como un núcleo comercial y cultural estratégico. El hallazgo de Flaccus confirma la presencia romana en esta zona del norte de Europa y conecta el pasado con el presente, proporcionando un vínculo tangible con la vida en los márgenes del Imperio romano.

Los arqueólogos destacan que cada hallazgo en Heerlen arroja nuevas luces sobre la dinámica social y económica de las regiones periféricas del Imperio, redefiniendo su papel histórico en la Europa antigua.