Kim Jong-un ha presidido una reunión clave con altos mandos militares y de seguridad para abordar la crisis provocada por drones detectados en el espacio aéreo norcoreano, presuntamente provenientes de Corea del Sur. Aunque las autoridades surcoreanas han negado su participación, grupos de activistas en el Sur han sido vinculados al envío de drones con panfletos propagandísticos. Esta situación ha aumentado las tensiones en la península, con Kim evaluando planes de respuesta militar y medidas de disuasión para garantizar la seguridad nacional.
La hermana de Kim Jong-un, Kim Yo-jong, ha acusado directamente al Ejército de Corea del Sur de ser el responsable del envío de los drones, lo que ha sido desmentido por Seúl. Los activistas que regularmente envían globos con propaganda al Norte también han confirmado que en ocasiones utilizan drones, intensificando la guerra psicológica entre ambos países.
Corea del Norte ha respondido anteriormente enviando miles de globos cargados con basura hacia el Sur. Las fotografías publicadas por Pyongyang muestran drones sobrevolando la capital norcoreana, acompañados de pasquines que critican el estilo de vida de la élite norcoreana, lo que podría provocar una nueva escalada en el conflicto.