Estados Unidos impondrá un arancel del 100% a los vehículos eléctricos chinos a partir del 27 de septiembre, con el objetivo de fortalecer su industria nacional, según anunció la Oficina de la Representante Comercial de EE.UU. (USTR). Esta medida fue adelantada en mayo y también afectará otros productos clave, como paneles solares (50%) y materiales como el aluminio, baterías eléctricas y acero (25%). Los aranceles buscan contrarrestar las prácticas comerciales que EE.UU. considera desleales por parte de China, incluyendo políticas relacionadas con la transferencia de tecnología y robos cibernéticos.

La medida impactará productos cuyo comercio en 2023 alcanzó un valor de 18 mil millones de dólares. Sin embargo, los aranceles del 50% a los semiconductores chinos no se implementarán hasta 2024. La decisión de EE.UU. se da en medio de tensiones comerciales con China, a quien acusan de subsidiar ilegalmente sectores estratégicos y de realizar ciberataques para adquirir tecnología.

En paralelo, la Comisión Europea ha rechazado las propuestas de los exportadores chinos para evitar la imposición de aranceles adicionales por prácticas desleales en el mercado comunitario. Bruselas ha considerado insuficientes las ofertas recibidas, y las autoridades chinas deben proponer una solución negociada para evitar sanciones adicionales.