Francia podría enfrentar una recesión hacia el final del año tras el impulso económico temporal generado por los Juegos Olímpicos de París. Aunque la economía francesa experimentó un crecimiento del 0,4% en el tercer trimestre, impulsado principalmente por el turismo y el gasto asociado al evento, se anticipa una contracción del 0,1% en el último trimestre, lo que dejaría el crecimiento anual en un 1,1%, según la agencia INSEE.

El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, mencionó que el crecimiento podría superar ligeramente la estimación del 1% debido al efecto positivo de los Juegos Olímpicos, aunque el INSEE señala que este impulso se desvanecerá rápidamente. Además, la incertidumbre política tras las elecciones y la falta de una mayoría parlamentaria, junto con la debilidad de la economía alemana, complican aún más el panorama para las empresas francesas.

A pesar de estas proyecciones sombrías, la disminución de la inflación, que se espera se mantenga por debajo del 2%, podría aliviar en parte las tensiones al mejorar el poder adquisitivo de los hogares. Sin embargo, las tasas de interés altas y la crisis política siguen siendo factores de incertidumbre para el futuro cercano.