Los recientes bombardeos israelíes en la Franja de Gaza han dejado un saldo de 34 muertos, incluyendo 19 mujeres y niños, tras un ataque contra una escuela de la ONU en el campamento de refugiados Nuseirat. El ejército israelí afirmó que el ataque estaba dirigido a milicianos de Hamás que planeaban ataques desde la escuela, aunque esta información no ha sido confirmada de forma independiente. Las escuelas en Gaza han sido recurrentemente blanco de bombardeos debido a que Israel sostiene que Hamás las utiliza como refugio, lo que provoca un elevado número de víctimas civiles en cada ofensiva.
Además del ataque a la escuela, un bombardeo israelí golpeó una vivienda en Jan Yunis, al sur de Gaza, matando a 11 personas, incluidas seis personas de una misma familia. La guerra entre Israel y Hamás ha dejado más de 41,000 palestinos muertos y cerca de 95,000 heridos desde el inicio de las hostilidades en respuesta al ataque de Hamás en octubre del año pasado. Este conflicto sigue afectando a la población civil, que busca refugio en las pocas infraestructuras que quedan en pie, como las escuelas administradas por la ONU, a pesar de que muchas han sido dañadas o destruidas.
El impacto de esta guerra también se siente en Cisjordania, donde un ataque israelí mató a cinco personas en el pueblo de Tubas. Las autoridades israelíes afirman que sus acciones buscan desmantelar grupos armados palestinos, mientras que los palestinos denuncian que estos ataques forman parte de una estrategia para mantener el control israelí sobre los territorios ocupados. La violencia entre ambas partes continúa escalando, con cifras alarmantes de víctimas civiles y militares en ambos lados del conflicto.