Familiares de las víctimas del accidente aéreo en Brasil se congregaron en una morgue y en hoteles de São Paulo mientras los forenses trabajan en la identificación de los 62 fallecidos. Además, tres investigadores del gobierno francés llegaron al país para colaborar en las investigaciones.
El gobierno del estado de São Paulo informó en un comunicado que las labores de búsqueda concluyeron a las 10:45 p.m. del sábado, 33 horas después del siniestro. Durante estas labores, se recuperaron los cuerpos de 34 hombres y 28 mujeres. Los restos del avión permanecen en el lugar del accidente para facilitar el trabajo de los investigadores.
El avión, un ATR-72 de dos motores operado por la compañía brasileña Voepass, se dirigía al aeropuerto internacional de Guarulhos en São Paulo con 58 pasajeros y cuatro tripulantes cuando se estrelló el viernes en Vinhedo, a 78 kilómetros al norte de la metrópolis.
Voepass señaló que tres pasajeros con documentos brasileños también llevaban identificaciones venezolanas, y uno tenía documentación portuguesa. Los cuerpos del piloto Danilo Santos Romano y su copiloto, Humberto de Campos Alencar e Silva, fueron los primeros en ser identificados. Según informes de medios brasileños, otros cuatro cuerpos fueron identificados en la morgue de São Paulo, aunque esta información no ha sido confirmada oficialmente.
La aerolínea informó que el piloto Romano había cumplido recientemente su primer año como comandante y tenía una experiencia acumulada de 5,202 horas de vuelo, todas en aviones del modelo ATR, el único tipo de aeronave operado por Voepass.
Entre las víctimas se encontraban al menos ocho médicos, según informó el gobernador del estado de Paraná, Ratinho Júnior. También se confirmó el fallecimiento de cuatro profesores de la universidad Unioeste. La lista de pasajeros incluía a una niña de tres años, Liz Ibba dos Santos, que viajaba con su padre, y los restos de Luna, una perra que acompañaba a una familia venezolana, también fueron encontrados.
La morgue de São Paulo comenzó a recibir los cuerpos el viernes por la noche y pidió a los familiares de las víctimas que proporcionaran radiografías y historiales médicos y dentales para facilitar la identificación de los restos. Además, se tomaron muestras de sangre para ayudar en el proceso de identificación.
La policía local restringió el acceso a la entrada principal de una de las morgues de São Paulo, donde se realizaban las identificaciones. Algunos familiares llegaron en furgonetas o a pie, evitando el contacto con la prensa, mientras que las autoridades locales solicitaron que no se filmara a los dolientes.
Un vuelo con más familiares desde el estado de Paraná aterrizó por la tarde en el aeropuerto internacional de Guarulhos-São Paulo. Estos familiares también optaron por no hablar con los periodistas y fueron trasladados a la morgue en una furgoneta proporcionada por la aerolínea.