Una abogada en Inglaterra, Amy Wareham, atribuyó sus constantes dolores de cabeza al estrés laboral, una afección común en su profesión. Sin embargo, la realidad resultó ser mucho más grave: estos síntomas eran causados por dos tumores cerebrales.

Wareham, quien no presentaba otros síntomas, comenzó a preocuparse cuando sufrió una convulsión que la hizo caer y golpearse la cara. Tras ser trasladada de urgencia al hospital, los médicos le realizaron estudios que revelaron la presencia de los tumores. Más tarde, fue diagnosticada con glioblastoma multiforme, un tipo de cáncer cerebral difícil de tratar, lo que la llevó a someterse rápidamente a una cirugía.

A pesar del impactante diagnóstico, Amy ha decidido seguir adelante con su vida. Poco después, se casó con su esposo Bruce y ha continuado luchando contra la enfermedad con una actitud positiva. «En este momento, estoy relativamente bien. He avanzado mucho desde mi primera convulsión en mayo del año pasado. Aunque al principio estaba aterrorizada, ahora estoy tomando las cosas día a día», compartió.

Motivada por su experiencia, Amy fundó The Amy Wareham Fund, un grupo de apoyo y recaudación de fondos para la investigación del cáncer. Ha recibido un abrumador apoyo de su familia, amigos y colegas, y ha organizado una cena benéfica y una subasta con la participación de varios despachos de abogados de Londres, Luxemburgo e Irlanda.