La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado que la mpox, anteriormente conocida como viruela del mono, no representa una amenaza similar a la COVID-19, ya que se cuenta con las herramientas necesarias para controlar su propagación. El doctor Hans Kluge, director regional de Europa, subrayó que, aunque existe preocupación por una nueva variante del virus, una acción coordinada y el acceso equitativo a las vacunas pueden evitar una crisis sanitaria global.
Recientemente, se ha identificado una nueva variante del virus, clado Ib, en Suecia, la cual está relacionada con un brote creciente en África y ha causado al menos 450 muertes en la República Democrática del Congo. A pesar de que esta cepa podría propagarse más fácilmente y causar una enfermedad más grave, los expertos confían en que las medidas de salud pública pueden controlarla eficazmente.
La OMS ha enfatizado que no se recomienda la vacunación masiva ni el uso de mascarillas para el público en general, pero sí insta a la vacunación en grupos de riesgo y en áreas afectadas. Además, se ha iniciado un esfuerzo para transferir la tecnología de fabricación de vacunas a África, con el fin de aumentar el suministro y reducir los costos, evitando así que el continente vuelva a enfrentar prohibiciones de viaje injustas.