José Mujica, expresidente de Uruguay, confirmó en una entrevista que abandona los tratamientos contra el cáncer de esófago que enfrenta desde 2024, ahora extendido a su hígado. A sus 89 años, explica que su cuerpo no soportaría más procedimientos médicos y que desea vivir sus últimos días en paz.

Con la serenidad que lo caracteriza, Mujica pidió que lo dejen descansar y vivir tranquilo, expresando que su ciclo ha terminado. Además, planea ser enterrado en el jardín de su hogar bajo un sequoia que él mismo plantó, junto a su perra Manuela.

Hasta hace poco, Mujica continuó participando en la política y recibió a líderes como Lula da Silva y Gustavo Petro, quienes lo condecoraron por su legado. En su despedida, reflexionó sobre la democracia y el respeto hacia quienes piensan diferente, enviando un mensaje final de paz a los uruguayos.

Mujica, guerrillero, preso político y presidente entre 2010 y 2015, se ha convertido en un símbolo mundial de humildad y resistencia. Su legado trasciende fronteras, recordando la importancia de la reconciliación y el respeto mutuo.