La administración entrante de Donald Trump planea una redada migratoria masiva en Chicago, según el Wall Street Journal. Este operativo, programado para iniciar días después de la toma de posesión presidencial, sería liderado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) con la participación de entre 100 y 200 agentes. El enfoque principal serán inmigrantes con antecedentes penales, pero también podrían detenerse personas indocumentadas presentes durante los arrestos.
Chicago fue seleccionada como primer objetivo debido a su alta población migrante y su estatus de «ciudad santuario». Además, la ciudad se ha convertido en un símbolo de las tensiones entre las políticas progresistas y la nueva administración republicana. El jefe fronterizo designado, Tom Homan, subrayó que la operación en Chicago es prioritaria y que no tolerará obstrucciones por parte del alcalde demócrata Brandon Johnson.
Desde agosto de 2022, Chicago ha recibido más de 51,000 migrantes enviados desde Texas, lo que ha generado tensiones políticas y fiscales. Este flujo migratorio, combinado con el operativo de ICE, plantea nuevos desafíos para la ciudad y su liderazgo demócrata.
Se anticipa que otras ciudades con grandes comunidades inmigrantes, como Nueva York, Los Ángeles, Denver y Miami, también podrían ser blanco de futuras redadas, marcando un cambio en las políticas migratorias estadounidenses.