La sonda solar Parker de la NASA se acercará al Sol a una distancia récord de 3,8 millones de millas el 24 de diciembre, convirtiéndose en el objeto más rápido jamás construido, con velocidades de 690,000 km/h. Diseñada para estudiar la atmósfera solar y el viento solar, esta misión tiene como objetivo resolver misterios como la razón por la que la corona solar es cientos de veces más caliente que su superficie. Equipado con un escudo térmico resistente a temperaturas extremas, el dispositivo recopilará datos cruciales sobre la física solar.
En su trayectoria, Parker ya ha atravesado la corona solar, superando siete veces la cercanía lograda por misiones previas. Los científicos esperan que estos datos mejoren las predicciones de tormentas solares, las cuales pueden causar daños en satélites, redes eléctricas y comunicaciones terrestres. Este acercamiento histórico coincide con el máximo del ciclo solar de 11 años, un período que ha intensificado los fenómenos solares observados desde la Tierra.
El impacto de esta misión será significativo, permitiendo entender cómo el viento solar afecta a la tecnología moderna y al clima espacial. Al anticipar perturbaciones solares, la NASA busca proteger las infraestructuras críticas en la Tierra y fortalecer la comprensión del Sol como una fuerza vital y disruptiva a la vez.