Reino Unido ha acordado entregar la soberanía del archipiélago de Chagos a Mauricio, resolviendo una disputa que se prolongaba desde 1965. Este acuerdo garantiza la continuidad de la base militar de Diego Garcia, una instalación clave para operaciones militares británicas y estadounidenses en Medio Oriente, el sur de Asia y África oriental. La base, construida en la década de 1970, continuará bajo la administración británica por un periodo inicial de 99 años, asegurando su operación estratégica mientras Mauricio recupera la soberanía de las demás islas del archipiélago.
El acuerdo responde a una larga batalla legal y diplomática en la que Mauricio y los chagosianos, los habitantes originales desplazados, han reclamado sus derechos. El tratado incluye un compromiso de Reino Unido para compensar a los chagosianos y permitirles regresar a las islas, salvo Diego Garcia. Naciones Unidas y la Corte Internacional de Justicia habían respaldado la posición de Mauricio, declarando en 2019 que la separación de las islas de su territorio original fue ilegal.
Este pacto es celebrado por la comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, que considera a Diego Garcia como una pieza fundamental para la seguridad global. El tratado marca un paso importante para resolver las tensiones históricas y asegura una colaboración a largo plazo entre Reino Unido, Mauricio y Estados Unidos.