Un reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) revela que 2023 fue el año en el que los glaciares registraron la mayor pérdida de masa en los últimos 50 años, perdiendo más de 600 millones de toneladas de agua. Esta crisis es consecuencia directa del cambio climático, intensificado por fenómenos como El Niño y La Niña, afectando principalmente a los glaciares de Norteamérica y los Alpes europeos. Los glaciares de Suiza, en particular, han perdido un 10 % de su volumen en tan solo dos años.

Además de la pérdida de masa glaciar, 2023 se destacó por ser el año más seco para los ríos del mundo en 33 años, lo que ha reducido significativamente los caudales en cuencas hídricas clave como el Amazonas, el Misisipi y el Ganges. Esto está impactando gravemente la disponibilidad de agua para comunidades, agricultura y ecosistemas. Mientras algunas regiones como Nueva Zelanda y Europa nórdica experimentaron mayores caudales, el informe alerta sobre la irregularidad y aceleración del ciclo hidrológico, lo que ha generado tanto sequías más prolongadas como precipitaciones más intensas.

El informe subraya la urgencia de mejorar el monitoreo y la cooperación internacional para hacer frente a la creciente crisis hídrica. La OMM hace un llamado a tomar medidas inmediatas para mitigar los impactos del cambio climático en los recursos hídricos del planeta.