Las intensas lluvias provocadas por una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) causaron inundaciones devastadoras en el este y sureste de España, dejando al menos 95 muertos y decenas de desaparecidos, principalmente en la Comunidad Valenciana. Los testimonios de los sobrevivientes revelan la magnitud del desastre: “Fue como un tsunami”, relata Guillermo Serrano, un joven que enfrentó la furia de las aguas con su familia mientras viajaban por la autopista cerca de Valencia. La rapidez de las inundaciones sorprendió a muchos, pese a las alertas meteorológicas emitidas horas antes, mientras Protección Civil tardó en difundir avisos específicos para evitar el tránsito por las carreteras afectadas.

En medio de la tragedia, los habitantes de las zonas afectadas narran cómo lograron escapar de las aguas desbordadas. Paco, otro sobreviviente, contó cómo el agua lo arrastró y le arrancó la ropa mientras intentaba sostenerse de una valla. En Paiporta, un joven fue visto cargando a un bebé para llevarlo a un lugar seguro, mientras otros se refugiaban en pisos superiores o se aferraban a objetos para evitar ser arrastrados. En Benetússer, la desesperación crecía al quedar atrapados en los edificios sin posibilidad de auxilio inmediato.

Para Victoria López, una residente colombiana en Valencia, la situación pasó de una tarde tranquila a una pesadilla. Tras ver su coche flotando entre las aguas, acogió a vecinos en su casa para darles refugio y alivio en medio de la incertidumbre. A medida que las autoridades avanzan en la atención a las víctimas y la búsqueda de desaparecidos, las comunidades afectadas enfrentan el dolor de la pérdida y la devastación de sus hogares, en lo que ha sido catalogado como una emergencia humanitaria en diversas localidades de la región.