Un fósil de mosquito depredador de hongos, atrapado en ámbar durante unos 40 millones de años, fue descubierto y examinado por investigadores de la Universidad de Copenhague. Este fósil, perteneciente a un género raro, aporta nuevas perspectivas sobre la distribución de mosquitos a lo largo del tiempo. Encontrado en la costa del Mar del Norte en la década de 1960, el fósil estuvo almacenado durante años antes de ser identificado como una especie extinta, lo que sugiere que estos mosquitos habitaron Europa en un clima más cálido.
Los estudios indican que este mosquito prehistórico, llamado *Robsonomyia henningseni*, está relacionado con especies actuales de Japón y California, lo que resuelve el misterio de la distribución geográfica de esta familia de insectos. Los investigadores creen que este fósil podría ser un «eslabón perdido» entre estas especies, mostrando que Europa fue parte de su migración.
Este hallazgo destaca la importancia del ámbar como cápsula del tiempo, aunque no contiene ADN para replicar al insecto, como en películas como *Jurassic Park*. El estudio del mosquito atrapado en ámbar ayuda a comprender mejor las rutas migratorias y la biodiversidad pasada.