Los habitantes de Gaza huyeron bajo el fuego israelí mientras los tanques se adentraban en el corazón de la ciudad, en el segundo día de una ofensiva militar intensificada que, según el grupo miliciano palestino Hamás, podría poner en peligro las conversaciones de alto el fuego.

Los mediadores qataríes y egipcios, respaldados por Estados Unidos, han acelerado esta semana sus esfuerzos para sellar un acuerdo de alto el fuego destinado a poner fin a la guerra de Gaza y liberar a los rehenes israelíes en Gaza a cambio de prisioneros palestinos encarcelados en Israel.

El martes, los tanques israelíes profundizaron su incursión en algunos distritos de la ciudad de Gaza como Shejaia, Sabra y Tel al-Hawa, donde los residentes informaron el día anterior de algunos de los combates más encarnizados desde el comienzo de la guerra. Imágenes difundidas el martes en redes sociales mostraban a familias hacinadas en carros tirados por burros y en la parte trasera de camiones cargados de colchones y otras pertenencias que corrían por las calles de la ciudad para huir de las zonas bajo orden de evacuación israelí.

«La ciudad de Gaza está siendo arrasada, esto es lo que está ocurriendo. Israel nos obliga a abandonar nuestras casas bajo el fuego», dijo a Reuters Um Tamer, madre de siete hijos, a través de una aplicación de mensajería. Dijo que era la séptima vez que su familia huía de su casa en la ciudad de Gaza, en el norte del enclave y uno de los primeros objetivos de Israel al comienzo de la guerra en octubre.

La Media Luna Roja Palestina dijo que todas sus clínicas médicas estaban fuera de servicio en la ciudad de Gaza debido a las órdenes de evacuación. El asalto se ha producido mientras altos representantes estadounidenses se encontraban en la región presionando para lograr un alto el fuego después de que Hamás hiciera concesiones la semana pasada.

Pero la reanudación de la ofensiva «podría devolver el proceso de negociación al punto de partida», dijo el lunes el líder de Hamás, Ismail Haniya. Las alas armadas de Hamás y la Yihad Islámica afirmaron que combatieron contra las fuerzas israelíes en Tel al-Hawa con cohetes antitanque y fuego de mortero y que causaron bajas. El Ejército israelí no respondió de inmediato a estas afirmaciones. En un comunicado, el Ejército israelí afirmó que los soldados continuaban sus operaciones en la ciudad de Gaza, tras recibir información de inteligencia que indicaba la presencia de Hamás y la Yihad Islámica en la zona. Afirmó que las fuerzas israelíes habían dejado fuera de combate a docenas de milicianos y localizado numerosas armas.

Esperanzas de una pausa Miembros del personal sanitario palestino dijeron que los ataques aéreos israelíes mataron a seis personas en una casa de la ciudad de Gaza, a nueve en dos casas de al-Nuseirat y Deir al-Balah, en el centro de Gaza, y a tres personas en Ráfah, en el extremo sur de la Franja de Gaza. Un ataque israelí contra un grupo de palestinos en el campamento de al-Bureij, en el centro de la Franja de Gaza, mató al menos a siete personas, la mayoría niños, según informaron los médicos.

La guerra se desencadenó el 7 de octubre, cuando combatientes dirigidos por Hamás atacaron el sur de Israel, matando a mil 200 personas y tomando unos 250 rehenes, según cifras israelíes. Más de 38 mil palestinos han muerto en la ofensiva militar israelí desde entonces, según las autoridades sanitarias de Gaza.

Las esperanzas de los gazatíes de una pausa en los combates se habían reavivado después de que Hamás aceptara la semana pasada una parte clave de una propuesta estadounidense de alto el fuego. Sin embargo, siguen existiendo diferencias entre ambas partes, según dijo el lunes el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

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