Las fuerzas del Distrito Militar del Sur de Rusia, comenzaron con las maniobras con armas nucleares tácticas que fueron anunciadas a principios del mes por el presidente Vladimir Putin, como respuesta a las “Amenazas de Occidente”, comento el Ministerio de Defensa

«En correspondencia a la orden del comandante supremo de las Fuerzas Armadas de Rusia, en el Distrito Militar Sur bajo la dirección del Estado mayor comenzó la primera etapa de los ejercicios prácticos para la preparación y uso de armas nucleares no estratégicas», señaló la dependencia castrense en Telegram. En esta etapa los militares practican «la recepción de municiones especiales para sistemas de misiles tácticos Iskander, su instalación en misiles y desplazamiento oculto a las posiciones de lanzamiento», según Defensa.

Además, las unidades de la Fuerza Aeroespacial rusa que participan en las maniobras practican el emplazamiento de «proyectiles especiales» en las naves aéreas, «incluyendo misiles hipersónicos aerobalísticos Kinzhal, y vuelos a las zonas establecidas de patrullaje».

«Esta maniobra tiene como objetivo mantener el nivel de preparación de los efectivos y del equipamiento de las unidades de misiles tácticos con el fin de garantizar de modo absoluto la integridad territorial y la soberanía del Estado ruso en respuesta a las declaraciones provocadoras y amenazas de algunos políticos occidentales», zanjó Defensa.

Putin ordenó el pasado 6 de mayo a las Fuerzas Armadas realizar «en breve» maniobras con armas nucleares tácticas en el Distrito Militar Sur.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, vinculó esta orden a declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, y de otros altos funcionarios británicos.

«Ellos hablaron sobre la disposición e incluso intención de enviar contingentes militares a Ucrania, es decir, poner a los soldados de la OTAN frente a los militares rusos. Esa es una nueva espiral de escalada de la tensión. No tiene precedentes y exige una especial atención y medidas especiales», dijo.

Rusia revocó el pasado año la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT), aunque mantiene en vigor la moratoria mientras Estados Unidos no realice pruebas de ese tipo.