Las primeras conclusiones de la investigación de Israel sobre el ataque cerca de un campo de desplazados en Rafah indican que la mayoría de las víctimas mortales, alrededor de medio centenar, fallecieron a causa del incendio que estalló después del bombardeo.

El fiscal general del Ejército ha ordenado una investigación más exhaustiva. «La mayoría de las víctimas son a causa de un incendio», afirmó este lunes el portavoz del gobierno de Israel, Avi Hyman, en su rueda de prensa diaria. El Fiscal General Militar, el mayor general Yifat Tomer Yerushalmi, ordenó hoy al Mecanismo de Investigación y Evaluación del Estado Mayor del Ejército que investigue el ataque en Rafah «basado en inteligencia y contra objetivos terroristas de alto rango de Hamás». Este organismo independiente, formado por exmilitares, se encarga de examinar incidentes excepcionales en combate, como ya hizo hace un mes con el ataque de Israel a un convoy humanitario de la ONG World Central Kitchen, en el que murieron siete de sus empleados, seis de ellos extranjeros.

La investigación de ese incidente concluyó un «error en la identificación» y resultó en el cese de dos comandantes.

«Antes del ataque se tomaron una serie de medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no involucrados, incluida vigilancia aérea, el despliegue de municiones precisas e información de inteligencia adicional», indicó el Ejército en un comunicado sobre el ataque anoche en Rafah. «Sobre la base de estas medidas se evaluó que no se esperaba ningún daño a los civiles», agregó.

El incendio estalló más de una hora después del ataque, que tuvo como objetivo una infraestructura improvisada donde se escondían dos cargos de Hamás, a unos 300 metros del campamento, según fuentes israelíes.

Imágenes difundidas en las redes sociales palestinas mostraron el gran incendio que causó el bombardeo aéreo sobre las tiendas de campaña provisionales en Tal al Sultan. Algunos medios apuntan a que muchas víctimas murieron asfixiadas por el humo y calcinadas.