Una instalación artística llamada ‘Portal’, que conectaba una calle de Nueva York con otra de Dublín (Irlanda) mediante una retransmisión en directo y «sin filtrar», fue apagada temporalmente este martes, menos de una semana después de su inauguración, debido a actos «inapropiados» del público.

Los ‘portales’, ubicados junto al edificio Flatiron en Manhattan y en la calle O’Connell en Dublín, atrajeron a miles de curiosos que experimentaron el «sentido de conexión» pretendido, pero también a una «minoría» gamberra, según informó la asociación comercial que gestiona el lado estadounidense.

La Flatiron NoMad Partnership comunicó hoy que el ‘portal’ se apagará durante «varios días» y «volverá a encenderse al final de la semana», después de haber hecho pausas previas en las tardes y noches del domingo y el lunes.

La instalación fue inaugurada con coreografías de baile y efusivos saludos, y en general, el público ha reaccionado de manera positiva, con reuniones familiares e incluso encuentros fortuitos de extraños que intercambiaron cumplidos, según medios locales.

No obstante, según el New York Post, en el lado irlandés se mostraron comportamientos inapropiados como un trasero desnudo, un video del atentado del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas y una imagen de una esvástica, mientras que en el lado estadounidense se realizaron gestos obscenos.

«Los ejemplos de comportamientos inapropiados han venido de una minoría muy pequeña de visitantes al Portal y han sido amplificados en redes sociales», dijo la asociación Flatiron NoMad, que ha implementado medidas como seguridad las 24 horas y barreras alrededor de la escultura.

Los portales son obra del artista lituano Benediktas Gylys, quien estableció la primera escultura de este tipo en la capital de su país, Vilna, en 2021, conectada con la ciudad de Lublin, en Polonia, y planea añadir más ‘ventanas’ al mundo.

El equipo de ‘Portal’ y los socios del proyecto de arte público en Dublín también están tomando medidas para atajar el gamberrismo, como ‘actualizaciones de software’ que apuntan a un filtro, personal in situ y una barrera para proteger la obra, así como «herramientas de educación para ambos lados». Se espera que las obras permanezcan activas a largo plazo.