Un equipo internacional de científicos ha detectado una poderosa ráfaga rápida de radio (FRB) que desafía las teorías existentes sobre su origen. La señal, conocida como FRB 20240209A, provino de los bordes de una galaxia elíptica antigua y masiva, ubicada a 2.000 millones de años luz de la Tierra. Este descubrimiento marca la primera vez que una FRB se encuentra en una galaxia «muerta», un lugar sin actividad de formación estelar.
Las ráfagas rápidas de radio, que generan más energía en milisegundos que el Sol en un año, hasta ahora se habían asociado con galaxias jóvenes y regiones de formación estelar. Sin embargo, los resultados publicados en Astrophysical Journal Letters sugieren que el origen de estas explosiones cósmicas podría ser mucho más diverso. Entre febrero y julio de 2024, la misma fuente emitió 21 pulsos adicionales, destacando su naturaleza recurrente.
La galaxia anfitriona es extraordinaria: tiene 11.300 millones de años, es extremadamente luminosa y posee una masa de 100.000 millones de veces la del Sol, lo que la convierte en una de las galaxias más masivas identificadas como hogar de una FRB. Este hallazgo revoluciona la comprensión sobre el origen y comportamiento de estos fenómenos cósmicos.
Los astrónomos destacan que esta señal inédita podría ser evidencia de una subpoblación de FRB asociada a sistemas antiguos. «El universo sigue sorprendiéndonos», señaló Wen-fai Fong, investigador principal, resaltando cómo este hallazgo redefine el entendimiento actual de los fenómenos astrofísicos.