Arqueólogos en Arizona han descubierto un cañón de bronce de 500 años relacionado con la expedición de Francisco Vázquez de Coronado, convirtiéndose en el arma de fuego más antigua encontrada en el territorio continental de Estados Unidos. El artefacto mide 1,6 metros, pesa 18 kg y fue hallado en el sitio arqueológico San Gerónimo III, un asentamiento temporal construido por los españoles durante su búsqueda de las míticas Siete Ciudades de Cíbola.

El cañón, diseñado para montarse en un trípode, nunca fue disparado, según análisis que no encontraron residuos de pólvora. Se presume que fue abandonado tras un ataque de los indígenas Sobaipuri O’odham, quienes resistieron con éxito la ocupación europea, marcando uno de los primeros levantamientos indígenas en el suroeste de Estados Unidos.

El hallazgo, publicado en el International Journal of Historical Archaeology, incluye otros artefactos como cerámica europea, balas de plomo y restos de herramientas, así como puntas de flecha indígenas. Este descubrimiento no solo arroja luz sobre la temprana presencia europea en la región, sino también sobre la resistencia indígena que retrasó la colonización española en el área por más de 150 años.