El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, falleció en un accidente de helicóptero en mayo junto con otras siete personas, incluidas figuras de alto rango como su ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian. Según un informe oficial divulgado por la televisión estatal iraní, la causa del accidente fue atribuida a las difíciles condiciones climáticas y atmosféricas de la región, donde una repentina y espesa masa de niebla provocó que el helicóptero chocara contra una montaña. La investigación oficial descartó cualquier indicio de sabotaje en el incidente.
El informe de la Junta Suprema del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Irán indicó que las complejas condiciones primaverales de la región fueron determinantes en el accidente. A pesar de las especulaciones iniciales, se confirmó que no hubo fallos técnicos ni intervención externa en el siniestro.
Este trágico accidente ha dejado un vacío significativo en la política iraní, dado que Raisi ocupaba un papel crucial en el gobierno, y su muerte, junto con la de otras figuras clave, ha generado un profundo impacto en la nación.