La nave rusa Soyuz MS-25 regresó exitosamente a la Tierra con dos cosmonautas rusos, Oleg Kononenko y Nikolai Chub, junto a la astronauta estadounidense Tracy Dyson, tras una misión en la Estación Espacial Internacional (EEI). El aterrizaje se produjo en las estepas de Kazajistán. Kononenko y Chub establecieron un nuevo récord, pasando 347 días en el espacio. Este fue el quinto viaje de Kononenko, acumulando un total de 1,111 días en órbita, otro récord personal. Dyson, por su parte, había comenzado su misión en marzo de 2024.
Pese a las sanciones occidentales impuestas tras la invasión rusa a Ucrania, las naves Soyuz continúan siendo cruciales para transportar tripulantes a la EEI, destacando su importancia en el contexto de la exploración espacial. A pesar de los problemas que enfrenta el sector espacial ruso, como la infrafinanciación y fallos recientes, como el de la sonda lunar Luna-25, Rusia sigue con ambiciones de construir una estación espacial propia y reanudar misiones lunares.
Este aterrizaje resalta la durabilidad de la colaboración internacional en el espacio, incluso en medio de tensiones geopolíticas.