Los bomberos en el sur de California, ayudados por un clima más fresco, lograron avances significativos en la contención de tres incendios forestales que han arrasado grandes áreas y provocado evacuaciones masivas. El incendio más grande, llamado Bridge, ha quemado 210 km² cerca de Los Ángeles, afectando a miles de residentes y destruyendo más de 30 casas. Las autoridades también lidian con el incendio Line, que fue provocado deliberadamente por un conductor y que ha carbonizado 153 km² en las montañas de San Bernardino.
En Nevada, el incendio cerca del lago Tahoe, que había forzado la evacuación de unas 20,000 personas, está mayormente bajo control, con un 76% de contención. Se espera que los evacuados puedan regresar a sus hogares pronto. Las autoridades atribuyen gran parte de este avance a las condiciones climáticas favorables que han facilitado el trabajo de los bomberos.
Mientras tanto, se han presentado cargos contra el responsable del incendio Line, Justin Wayne Halstenberg, acusado de provocarlo intencionalmente. El incendio del aeropuerto, que afecta a los condados de Orange y Riverside, sigue siendo difícil de controlar debido al terreno y las condiciones secas, con una contención del 9%.