La jueza Kathleen Cardone, del condado de Texas, aprobó el 15 de agosto el traslado de Ismael «El Mayo» Zambada, cofundador del cártel de Sinaloa, a Nueva York para enfrentar juicio. Zambada, de 76 años, se encuentra actualmente detenido en El Paso, Texas, después de ser arrestado el 25 de julio. Estados Unidos había ofrecido una recompensa de 15 millones de dólares por su captura.
El traslado a Nueva York se debe a una acusación pendiente en el Distrito Este de la ciudad. La Fiscalía de EE. UU. presentó la solicitud para el traslado, que fue aceptada por la jueza. La audiencia previa, realizada el 1 de agosto, vio a Zambada comparecer en silla de ruedas y con un uniforme de prisión, bajo estricta vigilancia. Durante la audiencia, se discutió la posible representación en conflicto de intereses, ya que el abogado de Zambada, Frank Pérez, también representa a su hijo Vicente Zambada Niebla en otro proceso en Chicago.
La jueza Cardone catalogó el caso como “complejo e inusual”, permitiendo así que no se apliquen los plazos legales estándar de 70 días para el juicio. Además, se cuestionó la veracidad de una carta de Zambada en la que afirma haber sido “secuestrado” y entregado a Estados Unidos por Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
El caso de Zambada ha suscitado escepticismo y controversia en ambos países. Ex agentes de la DEA y otros expertos han señalado inconsistencias en la historia del narcotraficante. Mientras tanto, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ha criticado la estrategia antidrogas de EE. UU., argumentando que la captura de capos no resuelve el problema del narcotráfico y que la cooperación internacional debe mejorar.
López Obrador ha señalado que el caso Zambada podría ayudar a entender mejor las conexiones entre política y narcotráfico, en medio de tensiones sobre la cooperación antidrogas entre México y Estados Unidos.