En una declaración presentada en el Congreso Mundial sobre Inteligencia Artificial, China destacó la importancia de un desarrollo ético y responsable de la inteligencia artificial, al tiempo que abogó por su uso para fortalecer las capacidades de los países en desarrollo.

El desarrollo de estas tecnologías enfrenta una serie de retos nuevos en ámbitos como el derecho, la seguridad, el empleo y la ética, afirmó el primer ministro chino, Li Qiang, durante su intervención en la ceremonia de apertura del congreso.

«Los riesgos asociados a la inteligencia artificial van desde la filtración de datos y la violación de la privacidad y los derechos de autor hasta la desinformación y problemas éticos como la parcialidad y la discriminación», declaró Zhou Bowen, director del Laboratorio de Inteligencia Artificial de Shanghái, en un discurso pronunciado durante el evento.

«También existe una creciente preocupación por su posible impacto en el empleo. Aunque las perspectivas sobre la inteligencia artificial pueden variar, existe un consenso claro: debemos asegurarnos de que esta tecnología esté siempre sujeta a la supervisión humana para lograr resultados seguros y constructivos, y alcanzar este objetivo exige un enfoque de colaboración entre las naciones de todo el mundo», dijo Yin Hejun, ministro chino de Ciencia y Tecnología.

La propuesta china de regulación mundial de la inteligencia artificial recibió un amplio respaldo de los asistentes al evento, provenientes de todo el mundo. Todos ellos coincidieron en la imperiosa necesidad de reforzar la colaboración internacional para mitigar eficazmente los riesgos potenciales que plantea este revolucionario avance tecnológico.

El mejor enfoque para lograr un equilibrio entre el ritmo de innovación de la inteligencia artificial y la necesidad de un desarrollo responsable es «trabajar juntos en todo el mundo» para garantizar que estas nuevas y notables capacidades se desplieguen de manera responsable, señaló Sassine Ghazi, presidente y director ejecutivo de Synopsys.

Durante su intervención en el principal foro sobre regulación de la inteligencia artificial celebrado en el congreso, el viceministro chino de Asuntos Exteriores, Ma Zhaoxu, expresó su firme oposición a los intentos de monopolizar los recursos de la inteligencia artificial, dictar unilateralmente la formulación de normas o crear alianzas excluyentes. También denunció cualquier interferencia malintencionada en las iniciativas de otros países.

George Chen, analista del Asia Group, una consultora con sede en Washington D.C., afirmó que es comprensible que Washington busque una ventaja significativa en su postura competitiva frente a Beijing.

La defensa china de la regulación de la inteligencia artificial se ha centrado en garantizar que las naciones en desarrollo no se queden atrás en el panorama mundial de dicha tecnología. Este esfuerzo incluye proyectos como la Iniciativa Global para la Gobernanza de la Inteligencia Artificial, lanzada por el país, así como una resolución adoptada por unanimidad en la 78 Asamblea General de la ONU para mejorar la cooperación internacional en el desarrollo de capacidades de inteligencia artificial.

«Todas las naciones, independientemente de su tamaño, poder, riqueza o estructura social, tienen un derecho inherente al avance y la aplicación equitativos de la inteligencia artificial», señaló Ma. «Es de especial importancia aumentar la representación y la influencia de los países en desarrollo».

«Existe una brecha entre lo que se ve en el sur global y lo que se ve en los países desarrollados. Posterior al Congreso, estamos agendando visitas a instituciones de inteligencia artificial en Shanghái y en Beijing», dijo José Roberto, cónsul general adjunto de Brasil en Shanghái.